Se considera el otoño la temporada ideal para incorporar Retinol en los pasos de nuestra rutina de belleza. Es importante ir adecuando los cuidados de la piel para enfrentar los desafíos cambiantes del clima. Este producto se convierte en tu aliado imprescindible para mantener una tez luminosa y rejuvenecida durante estos meses.
Estamos en los últimos días de verano y es así, que surge la preocupación al observar manchas en la piel de nuestro rostro, producto de la exposición prolongada a los rayos UV, sumado a la falta de uso correcto de FPS (fotoprotector solar).
Una de las preguntas más frecuentes que recibimos: cual usar? Cual recomendamos? Cual es el mejor para cierto tipo de edad? y la verdad es que no existe una respuesta absoluta. Depende de las características de mi contorno y qué objetivo busco mejorar.
En toda rutina de belleza que adoptemos en los meses de verano, el fotoprotector solar, con realización constante durante el día, cumple un rol fundamental (de todas formas, es importante usarlo en todas la estaciones del año).
El uso de fotoprotector no es exclusivo a los días de sol o de verano, su aplicación debería ser de forma periódica durante todo el año, sobre todo ahora, que estamos, constantemente expuestos al uso de pantallas y luces.
El fotodaño es la agresión producida por la radiación solar en la piel. A pesar de esto, el sol es imprescindible para la vida celular, además participa en la síntesis de vitamina D, necesaria para la absorción del calcio y regulación de nuestros ciclos circadianos.
La piel está expuesta constantemente a radiación solar, contaminantes, mala alimentación y por supuesto la propia reacción oxidativa de las células, lo que la convierte en un blanco perfecto para la formación de radicales libres.
La deshidratación de la piel del rostro es una de las principales causas de arrugas y falta de brillo y vitalidad. El agua es un componente vital de nuestras células, y permite a nuestras células utilizar de forma adecuada nutrientes, minerales y elementos químicos para los procesos biológico